En este artículo te quiero compartir sobre cómo introducir los huesos carnosos a la dieta de tu perro, que es uno de los mayores miedos que tienen los dueños de mascotas.
Huesos que puede comer mi cachorro
Si tu perrito pesa menos de 20 libras (raza pequeña), es cachorro o está iniciando con la dieta barf, puedes hacerlo de la siguiente manera:
- Punta del ala partida en pedacitos.
- Alitas de pollo.
- Cuellos de pollo.
Estas son piezas carnosas que pueden consumirse de forma segura, mientras tu perro aprende a masticar pollo crudo con trozos pequeños y carnosos.
Huesos que puede comer mi perro adulto
En este caso se considera a perros que pesen más de 20 libras, o para perros que ya tienen experiencia comiendo pollo crudo.
- Puedes utilizar las piezas de pollo descritas en el punto anterior.
- Alas enteras. Ya puedes darle no solo la punta del ala, sino la pieza entera.
- Patas de pollo.
En algunos casos, tu perro podría vomitar la pieza entera que acaba de comer, pero es normal cuando no tiene costumbre.
Esto le enseña a que deberá de masticar más las piezas y no devorarlas enteras, o puedes ayudarle haciendo trozos pequeños.
Huesos que puede comer mi perro grande
Esto lo puedes aplicar si tu perro tiene una mordida grande, o si pesa más de 40 libras.
- Cuadril sin pellejo. Puedes incluir la pieza completa de cuadril para perros con un nivel de experiencia más alto que ya sabe cómo devorar las piezas crudas.
Huesos para Pitbull o Doberman (mordida fuerte)
Puedes utilizar las piernas de pollo enteras, porque son un poco más duras que requieren de una mordida más fuerte.
Si no quieres arriesgarte y estás iniciando a darles dieta barf, entonces empieza desde el paso 1 para que se acostumbre poco a poco, y así le vas subiendo de nivel según los puntos que te he compartido.
Recuerda que la dieta barf se convertirá en su dieta diaria, y es necesario que conozcas cómo ellos aceptan y se adaptan a esta alimentación.
También puedes leer: Cómo calcular la dieta barf para perros
¿Qué huesos son peligrosos para los perros?
- Huesos cocidos
Al estar cocidos, los huesos pierden la humedad y su elasticidad, por lo tanto, estos huesos tienden a astillarse al romperse.
Esas astillas son realmente peligrosas dentro del estómago de tu perro, ya que pueden causar cortes y hemorragias internas.
- Huesos de res
Estos son huesos demasiado duros que no ayudan para nada a tu perro.
Puedes utilizar huesos grandes y carnosos de res pero no como parte de su dieta, sino con un enfoque más recreativo, que también le servirá para limpiar sus dientes.
Pero si no te sientes con seguridad para controlar esto, mejor no les des huesos de res.
Si quieres aprender más sobre la dieta barf, puedes leer este artículo que estoy seguro te ayudará mucho.
También puedes darle un vistazo AQUÍ a nuestro programa online "Los Secretos de la Dieta Barf", en la cual aprenderás todo lo necesario para aprender y poner en práctica la dieta barf en tu perro.
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